Si has llegado hasta aquí y no nos conocemos, te cuento un poquito sobre mí. Desde pequeña, siempre fue una niña empática, observadora y con una cabecita llena de preguntas: sobre mí, sobre las personas que me rodeaban, sobre el mundo…y esa cabecita llena de preguntas me introdujo en la búsqueda incesante de respuestas a cómo me sentía, a por qué las personas actuaban como la hacían, por qué el mundo era cómo era. De una manera muy instintiva comencé muy pronto mi viaje de autoconocimiento a mi manera, y quizás el elemento clave que me trajo hasta aquí fue la pasión por compartir lo que iba aprendiendo.

Me encantaba transmitir a los demás todo lo que descubría, ya fuera a mis amigas o a las personas cercanas, con el deseo de ayudarlas a mejorar. 

Antes de ser psicóloga, me gradué en nutrición humana y dietética, como ves, siempre había algo que me inclinaba a ayudar a los demás. Aunque la nutrición es una carrera preciosa de la que he aprendido muchísimo sobre la salud, los hábitos y la relación con el cuerpo, no sentía que esa fuera mi verdadera vocación….

Llegar a ser psicóloga no ha sido un camino rápido, ni fácil, me ha supuesto mucho esfuerzo y constancia a largo plazo, pero me encanta, tengo la inmensa suerte de amar mi trabajo y de seguir teniendo las mismas ganas de compartir todo lo aprendido, ahora profesionalmente, para ayudar a sentirse mejor a otras personas, como tú.